Que no te asuste dormir bien
¿Truco o trato?
¿Monstruos, vampiros, gemelas que dan mal rollo? Respondemos al eterno dilema, que plantea si el hombre es malo por naturaleza o no, y la respuesta es no. Cualquiera que no duerma bien un par de noches seguidas se convierte en un monstruo, y para eso estamos nosotros, para asegurarnos que tu descanso te hace ser la mejor versión de ti mismo.
Ayúdanos a romper con falsos mitos. Descubre quienes son y que hay detrás de cada uno de los seres más terroríficos.
¿Quieres jugar a un juego?
Es grande, con un brazo de aquí y uno de allá, con una columna que no es suya, que le duele y tiene un aspecto terrorífico. Cada vez que duerme su espalda, se retuerce y no consigue adaptarse al colchón. ¿Que monstruo necesita un colchón con carcas de muelles que se adapte a su columna y le garantiza descansar y estar de mejor humor?
Le falta la calabaza, es un tanto anticuado y suele montar a caballo. Es una pena que perdiese la cabeza, no terminaría de aprovechar las 7 zonas de presión que ofrecen nuestras carcasas de muelles ensacados 7z. Desde los pies, hasta la cabeza pasando por las lumbares.
Más conocido por su miedo a los ajos que por su dolor en la zona lumbar.¿Sabes quien desconoce los beneficios de nuestros modelos de gran firmeza que alivian los dolores lumbares? Quizás si cambiase de colchón dejaría de trasnochar tanto.
Son dos, chicas, hermanas, muy parecidas y dan bastante miedo, si hay algo que explica su mal humor y su aspecto tan terrorífico, es que no descansan bien, ¿Por qué? Por que cuando una se mueve en la cama mientras la otra duerme, acaba despertándola. ¡Ya las tenemos a los dos despiertas! hasta que el sol resplandece por la mañana. Quizás con un colchón con independencia de lechos ahorrase algunos disgustos a más de una familia.
El ser más nocturno, que no duerme y que le encanta meterse en los sueños de jóvenes adolescentes, no lo hace por maldad, si no por que pasa calor durmiendo, mucho calor. Si conociese nuestros modelos fabricados con algodón, que transpiran, dejan pasar el aire y evitan el calor, más de un adolescente no hubiese tenido miedo a echar una cabezadita.