Dormir bien durante las noches de frío
Dormir bien es importante para la salud en general, independientemente de la estación del año. Sin embargo, durante el invierno, el cuerpo puede tener dificultades para mantenerse caliente debido a las bajas temperaturas, lo que puede afectar la calidad del sueño. Una buena calidad del sueño puede ayudar a regular la temperatura corporal, lo que puede hacer que sea más fácil dormir bien en ambientes fríos. Además, durante el sueño el cuerpo se dedica a reparar y rejuvenecer los tejidos del cuerpo y a regular el apetito y la regulación del peso.
Cómo afecta el frío a nuestro sueño y a su conciliación.
- El frío puede dificultarnos el sueño al hacer que sea más difícil para el cuerpo entrar y mantenerse en un estado de sueño profundo. La disminución de la temperatura corporal es un indicador para el cuerpo de que es hora de dormir, y cuando el ambiente está demasiado frío, puede ser difícil para el cuerpo alcanzar esa disminución necesaria para dormir.
- Someterse a temperaturas bajas de manera prolongada puede causar dolores articulares y musculares, lo que puede interferir con el sueño. Dormir en un ambiente frío también puede aumentar la probabilidad de sufrir de dolores de cabeza y de estar congestionado, lo que a su vez puede interferir con el sueño.
- El frío también puede afectar al sistema nervioso parasimpático, lo que puede dificultar la relajación y la conciliación del sueño. El frío puede causar contracturas en el cuerpo, lo que puede provocar una sensación de inquietud y tensión en los músculos y hacer más difícil conciliar el sueño.
Desde Gomarco te damos unos consejos que te ayudarán a conciliar el sueño durante los meses de frío
Los seres humanos somos diversos y como tal no hay una norma que nos sirva para todos de igual forma, o que funciona para una persona, puede no funcionar para otra, y puede ser necesario probar diferentes técnicas antes de encontrar la mejor manera de conciliar el sueño en un ambiente frío.
El deporte, perfecto para conciliar el sueño de manera efectiva. El ejercicio regular puede ayudar a regular la temperatura corporal y aumentar la sensación de fatiga, lo que puede hacerte sentir más cansado y preparado para dormir cuando llegue la hora de acostarte.
La temperatura de la habitación ha de estar con una temperatura que oscile entre los 18 °C y 22 °C, esto nos asegurará un ambiente perfecto para una conciliación perfecta del sueño.
Inspira, expira… Nada mejor que irse a la cama relajado, para ello podrás poner en práctica técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda, así podremos ayudar a nuestro cuerpo a reducir la tensión, bajar los niveles de ansiedad y preparar el cuerpo para el sueño.
Con el frío, los catarros son comunes y es difícil librarse de ellos. El huso de un humidificador, nos ayudará a mantener la humedad en el aire, lo que nos podrá ayudar a reducir los síntomas de congestión nasal y mejorar la respiración.
Nada como un buen remedio casero, una bebida caliente nos ayudará a relajar el cuerpo y la mente.
En resumen, el frío puede dificultarnos el sueño al hacer que sea más difícil para el cuerpo entrar y mantenerse en un estado de sueño profundo, causar dolores articulares y musculares, y afectar al sistema nervioso parasimpático, lo que puede dificultar la relajación y la conciliación del sueño.