Los dolores de espalda y el uso de un mal colchón
¿Es hora de cambiar tu colchón? Si experimentas síntomas como despertarte con frecuencia durante la noche, no encontrar una posición cómoda, sentir presión en ciertas partes del cuerpo o tener dolor de espalda al levantarte, podría ser el momento de considerar un nuevo colchón. El colchón adecuado puede marcar la diferencia en cómo te sientes por la mañana y favorecer una postura saludable. Asegúrate de elegir uno que proporcione un soporte completo, sin ser demasiado firme o blando, y ten en cuenta tu sensibilidad al calor o al frío al seleccionar los materiales
Si tú o tu pareja en caso de que compartas cama tenéis alguno de los siguientes síntomas que perturban el sueño, puede ser hora de reemplazar su colchón:
- Te despiertas con frecuencia durante la noche sin razón aparente.
- Das vueltas y vueltas y no acabas de encontrar una postura cómoda.
- Sientes una mayor presión en partes de tu cuerpo cuando te tumbas en determinadas posturas.
- Sientes que la cama te ‘engulle’.
- Notas la cama completamente plana e inflexible en las curvas naturales de tu cuerpo.
- Te levantas con dolor de espalda y este desaparece o disminuye pasados unos 20-30 minutos.
De entre todas las consecuencias de dormir en un colchón no adecuado para nosotros, el dolor de espalda es la más normalizada, y generalmente la asociamos a una mala postura, sin tener en cuenta que esa mala postura puede ser una reacción de nuestro cuerpo al estar sobre una superficie que no nos resulta cómoda. El colchón en el que vas a dormir por la noche puede jugar un papel importante en cómo te sientes por la mañana. En otras palabras, es importante averiguar si tu cama es la culpable de tu dolor de espalda o no.
¿Qué hace que un colchón sea un buen colchón?
En términos generales no existe un tipo de colchón en concreto que sea mejor que otro. El colchón perfecto es una cuestión de preferencia personal, pero debe tener algunas propiedades ‘de serie’ para que ese colchón sea saludable para la espalda:
• Tienes que notar que todo tu cuerpo está apoyado en la cama cuando estás en una posición neutral, con la alineación adecuada de la columna y sin notar tensión en ninguna parte del cuerpo.
• No debe ser ni demasiado firme, para que no presione en exceso los principales puntos de presión de la columna; y tampoco debe ser demasiado blando, para evitar esa sensación de ‘hundirnos’ en el colchón dejando sin apoyo la curvatura natural de la columna. Los colchones articulados son una opción magnífica para personas con problemas de espalda.
• Ten en cuenta si eres caluros/a o friolero/a a la hora de elegir los materiales y la estructura, ya que, como hemos visto, hay algunos que favorecen más la termorregulación y la transpirabilidad, como los colchones de muelles y en tejidos naturales.