Volver a descansar
Vuelta al cole, vuelta a la rutina.
La importancia de dormir bien y descansar en nuestros hijos.
Ya ha llegado el momento de volver a empezar, de retomar la rutina con aires nuevos y recargadas las pilas. Si por algo se caracteriza el mes de septiembre es por su momento mágico que a todos nos llega de ganas y nos motiva a emprender nuevas acciones, hábitos y estilos de vida, como si se tratase del día 1 de enero.
El mes de septiembre es sinónimo de volver a empezar, y sobre todo para los más peques de la casa, por fin se acaban sus largas vacaciones y comienzan sus días de cole. Ahora es cuando realmente comienza la normalidad.
Para los niños puede ser un cambio muy significativo y drástico, ya que la mayoría de niños y niñas cambian radicalmente sus hábitos diarios. Los niños vienen de unos meses donde se trastocan los horarios de irse a la cama, las horas de sueño, incluso cambian de ubicaciones debido a los traslados por vacaciones. Es vital para los padres y madres garantizar que la vuelta a la rutina está garantizada por un descanso saludable.
El crecimiento de los niños y niñas es fundamental en los diferentes aspectos de su desarrollo. A principios de 2011 la Dra. Mayra Ojeda del Valle del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, estableció una relación entre problemas de salud y aprendizaje en los niños asociado a la satisfacción de las necesidades del sueño.
La mayoría de problemas de salud y aprendizaje en los niños que están en edades tempranas, en muchos casos son prevenibles y modificables en la medida que las familias eran conscientes de la problemática. Los niños que tienen problemas asociados al sueño suelen manifestar una exagerada hiperactividad, distracciones, conducta impulsiva, irritabilidad y hasta en algunos casos presentan conductas agresivas.
¿Y cuánto deberían de dormir los niños?
Todos y cada uno de los niños son diferentes y por tanto tienen necesidades diferentes. El tiempo de sueño ideal es aquel que permite realizar las actividades diarias con normalidad.
Son diversos los factores que afectan en la duración del sueño, como por ejemplo: edad, estado de salud… Conforme el niño crece y avanza sus necesidades se modifican y varían las horas de sueño necesarias. Se estima que los recién nacidos duermen entre 16 y 18 horas al día, a los dos años, el promedio está en 13 horas; en la etapa de 3 a 5 años el promedio desciende a 10-12 horas; alrededor de los 6 años sus horas de sueño están de las 8-10 horas diarias.
Es en la etapa inicial de la vida cuando los niños adquieren y mejoran las conductas de sueño con base en su ámbito familiar, esta conducta es la base del desarrollo y desarrollo social en sus primeros años de vida.
La influencia del sueño sobre el desarrollo y la conducta infantil, nos obliga a insistir en la importancia de la prevención en ámbitos familiares, escolares y comunitarios.
En Gomarco te proponemos una serie de consejos que te ayudarán a garantizar que los niños disponen de una correcta conducta del sueño:
· Los niños han de tener como mínimo 2 horas de luz natural al aire libre.
· Promover la actividad física y evitar las conductas sedentarias.
· Evitar comer o cenar tarde.
· No dejar usar pantallas antes de ir a la cama, como mínimo dos horas de margen.
· Una buena rutina de relajación, que incluya, luz baja, leer un cuento, música suave…
· Evitar luces excesivas en el entorno.