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La siesta, clave para un descanso completo
dormir la siesta

La siesta, clave para un descanso completo

Es buena idea dormir la siesta, ¿si o no?

De toda la vida, el ser humano se ha enfrentado a largas horas y jornadas de trabajo, madrugones, altas temperaturas, situaciones de estrés y el agotamiento con el paso de las horas. La acumulación de todos estos factores junto con un ritmo de vida rápido y frenético hace que nuestra pila de energía diaria se agote y nos pide urgentemente que la carguemos. No siempre llegamos hasta la noche con energía suficiente para poder descansar y así es como surge la necesidad de la siesta.
La siesta, momento que surge a medio día, que suele coincidir con las horas más calurosas y es el momento perfecto para hacer un pequeño descanso y cargar el cuerpo para lo que resta del día.


Si te preguntas cuáles son los beneficios de dormir una siesta, te presentamos todo un listado con las recomendaciones según la Fundación Española del Corazón.

• Dormir un breve periodo de tiempo, ya sea en el colchón o en el sofá a medio día, es una práctica que aporta grandes beneficios y previene posibilidades de cardiopatías. Dormir poco aumenta los niveles de cortisol, y eleva las posibilidades de deteriorar el sistema inmunológico, debilitando así nuestro cuerpo.

• Dormir, es la clave para asentar nuevos aprendizajes. Dormir la siesta durante un periodo no muy extenso, es clave para tener un mayor rendimiento en el aprendizaje. Nos permite afrontar nuevos retos de conocimiento y aumentar el rendimiento en las horas de la tarde.

• Mejora anímica y aumenta la positividad. Acostarse un rato por la tarde es fundamental para aumentar los niveles de serotonina, que es la hormona encargada de regular el sueño, apetito y estado de ánimo.

• Dormir la siesta es clave para asegurar un crecimiento en tus hijos e hijas. El hecho de acostarse un rato y ganar más horas de sueño es un ejercicio clave para el crecimiento. Es en estos momentos de sueño cuando nuestro cerebro desprende la hormona del crecimiento. La falta de horas de sueño en adolescentes y la necesidad de grandes horas de sueño de lo más pequeños hacen de la siesta el mejor ejercicio para fomentar el crecimiento.

• Dormir la siesta, la clave para mejorar nuestro funcionamiento cognitivo, los tiempos de reacción y la memoria a corto plazo.


¿Dormir la siesta? Si, pero no cualquier siesta vale.

Dormir la siesta, está demostrado que es una práctica que aporta grandes beneficios, pero siempre y cuando cumpla con unos mínimos que nos aseguren que sea beneficiosa.
Es justo el momento después de comer donde nuestro cuerpo parece entrar en un estado de cansancio excesivo y nos pida cerrar los ojos para dormir. Según un profesor de la Universidad Flinders, en Australia, son entre 10 y 20 minutos los que debemos de dormir. Se trata de hacer un descanso rápido, esto es más efectivo que dormir media hora o más.
La clave de este breve periodo de tiempo es la de entrar en un proceso de relajación si experimentar una fase de sueño profundo.
Con 20 minutos, aliviaremos la sensación de somnolencia y mejoraremos el estado de alerta durante varias horas después. Este breve periodo de tiempo durmiendo nos aportará una sensación similar a la de consumir cafeína u otros estimulantes, pero sin los efectos secundarios que estos presentan.
Si eres capaz de dormir este breve periodo de tiempo, te hará despertarte con una sensación de energía y sin experimentar esa pesada sensación de lentitud o de sueño tras el despertar.

Según un docente de psicología de la Universidad Flinders, durante un estudio realizado durante el año 2006, se realizaron diversas pruebas a varios grupos de pacientes, donde unos dormían 10 minutos de siesta y otros 30 minutos. Los diversos resultados obtenidos reafirmaron que aquel grupo que dormía tiempos más reducidos despertaban más ágiles y con mayor sensación de descanso que el grupo que dormía tiempos más largos.

¿Dónde dormir la siesta?
Ya hemos demostrado que dormir 20 minutos aporta beneficios para quienes duermen la siesta. El lugar para dormir siempre será aquel que disponga de una serie de condiciones que favorezcan la rápida conciliación del sueño.

• Busca una estancia que tenga una temperatura que esté entre los 18 y 21 grados centígrados.

• Evita fuentes de iluminación como ventanas, balcones, pantallas o televisores.

• Elige un colchón que se adapte a tu fisiología.

• Un ambiente libre de ruido, ya que la siesta será de 20 minutos y debes de evitar posibles ruidos que te interrumpan este breve periodo de descanso.

• Apaga el aire acondicionado, si puedes apagar el aire, hazlo, si no establece una temperatura de ambiente que no sea excesivamente fría, puesto que corres el riesgo de resfriarte o resecar las fosas nasales o la garganta.

• Aunque parezca muy romántico e idílico, evita dormir en la playa o al aire libre exponiéndote al sol, corres el riesgo de sufrir una insolación o golpe de calor.

Este verano es el momento perfecto para adquirir una buena rutina de sueño y descanso que te aporte beneficios y te ayude a afrontar el resto del día con más energía



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