Nos ha tocado vivir unos tiempos extraños, convulsos y que generan gran incertidumbre en nuestro futuro. Vivimos una serie de acontecimientos encadenados que siempre nos acaban repercutiendo directa o indirectamente. Todas estas situaciones a las que nos enfrentamos van calando en nosotros y van repercutiendo poco a poco hasta acabar dañando de una u otra forma nuestra salud.

Como seres que pertenecen a una sociedad, estamos obligados a informarnos sobre nuestra sociedad, solo así sabremos el estado de esta y no caeremos en la ignorancia. El problema de este siglo de la «tecnología y la información» en el que nos encontramos está en el exceso de información, de medios y saturación de las mismas.

El insomnio es un trastorno frecuente que acarrea dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo. Y la OMS nos recomienda un mínimo de 6 horas de sueño si no queremos ver afectada nuestra salud.
Entre las principales causas del insomnio podemos destacar las alteraciones emocionales y aquellas situaciones que desatan en nosotros gran ansiedad, preocupación, angustia, malestar o tristeza. El insomnio generado por estas causas, si no se trata, corre el riesgo de hacerse crónico y convertirse en un serio problema de salud.
Otras causas que generan insomnio son debido a causa médica, ya sea por enfermedades o problemas que alteran el sueño y no permite relajarnos previamente antes de dormir. Las enfermedades psiquiátricas, como ansiedad, esquizofrenia, u otras, si bien no tienen por qué generar insomnio, si pueden afectarnos a la cantidad de horas de sueño y su calidad.
Un factor que está demostrado que altera nuestras horas de sueño y nos evita poder dormir correctamente es el consumo de sustancias como el café, los refrescos con cafeína, azúcares, etc. Tomados antes de acostarnos en la cama puede llevar a problemas que se denomina insomnio de conciliación.
En función de las causas y las horas de privación del sueño, se puede catalogar el insomnio en varias categorías: el insomnio transitorio, es el que dura unas semanas, frecuente en las poblaciones y que según las cifras los sufren 2 de cada 10 españoles, este tipo de insomnio nos impide dormir y descansar debido a causas medioambientales o térmicas, cambios de horario y causas emocionales. La segunda categoría, que se define como insomnio agudo, es aquel que nos impide conciliar el sueño y dormir debido a las situaciones de estrés prolongado, con duraciones de entre 1 a 4 semanas.
El insomnio crónico es aquel que dura más de 4 semanas y nos impide dormir, ya sea por causas médicas o psíquicas.